Un videojuego de
carreras con motos de calle. Un concepto sencillo, ¿no? Pues no debe serlo
tanto cuando han pasado AÑOS desde la aparición de un videojuego que responda a
tal definición, hasta la publicación este mes de RIDE.
¿Cumple RIDE lo que
esperamos los aficionados? ¿Es un buen simulador de carreras? ¿Es divertido?
¿Emocionante? ¿Captura el espíritu del motociclismo? ¿Ha valido la pena la
espera? ¿En definitiva, ha llegado por fin a nuestras manos el Gran Turismo con
motocicletas en lugar de coches?
La respuesta a todas
esas preguntas no puede ser más que un rotundo NO.
Y es que muy a
nuestro pesar, la palabra que mejor define la experiencia de jugar a RIDE en su
versión de Playstation 3 es DECEPCIÓN.
Sí se puede decir
algo positivo al respecto: es el mejor videojuego de carreras con
motos de calle para PS3, PS4 y Xbox 360 y Xbox One. Pero es que tampoco hay
ningún otro.
En teoría las
versiones para PS4 y Xbox One no deben de sufrir alguno de los principales
defectos que sufre la versión de PS3; pero leyendo foros de usuarios del juego pronto descubrimos que, como mínimo, sufre de gravísimos fallos de programa que hacen, por ejemplo, que se pierdan las partidas guardadas al entrar en
determinados campeonatos.
La versión PS3
también se cuelga de vez en cuando, pero (y es triste decirlo) ese no es el
mayor de sus problemas.
En términos generales
se puede decir, sin temor a faltar a la verdad, que RIDE para PS3 es un
producto inacabado. Los programadores y el editor deberían sentir vergüenza por
poner a la venta un producto tan lejos de la optimización. Claramente parece un
juego que hubiera sido publicado hace como mínimo 5 o 6 años. Podría tener un
pase de haber sido publicado al principio de la generación de la consola, pero
no cuando esta encara ya su fase final. Resulta casi insultante.
¿En qué me baso para
hacer estas afirmaciones tan definitivas?
En cuanto a los
gráficos, a los escenarios les faltan capas, texturas; las superficies son
planas. Las sombras hacen efectos raros, incluso en las motos (los elementos
más trabajados del juego). Los escenarios sufren de popping (los árboles
aparecen de la nada). Se aprecian dientes de sierra incluso en las pantallas de
carga. Los “espectadores” situados como ambientación no es que estén pixelados,
es que son polígonos con skins… lo
cual no sería muy grave en carrera, ¡pero es que te los ponen en menús de
espera! Desde la PS2 no había vuelto a ver cosa semejante.
En lo referido al
apartado de sonido, las músicas de menús tienen un pase, pero en carrera yo
prefiero desactivarla, porque no sirven para ponerte en situación, ni producen
emoción, y se hacen monótonas. Lo malo es que entonces apreciaremos en
detalle el sonido del motor de las motos, cosa que en muchos juegos de motor es
un auténtico placer. No tanto en Gran Turismo, pero yo he disfrutado muchísimo, hasta el punto de casi oler la gasolina, gracias al sonido de los motores en juegos
de la saga GRID o Need for Speed SHIFT. En RIDE en cambio, así como a los
gráficos les faltan capas, al sonido le faltan pistas, efectos… riqueza, en
general. Apenas se aprecian las diferencias entre unas motos y otras, y en
general es como oír zumbar una abeja junto a la oreja durante toda la carrera.
Hasta donde me llega la memoria, hay títulos de carreras en PS2 con un apartado
de sonido mucho mejor que el de RIDE.
Y además se aprecia
una falta de optimización general, dado que los tiempos de carga son
larguísimos (suponiendo que no se cuelgue el juego, como ya he dicho). También
hay graves problemas de refresco cuando personalizamos las motos o el aspecto
del piloto, que hacen la tarea realmente pesada, y hará que prefiramos no tocar
demasiado ese aspecto; con lo que un elemento que pretendía hacer el juego más
atractivo, se convierte en una molestia. Una molestia de la cual no nos podemos
librar, dado que para superar la mayoría de las pruebas no nos va a quedar más
remedio que mejorar las prestaciones de nuestra montura. Todo lo cual hubiera
podido solventarse fácilmente con una mínima instalación en el disco duro, que
por alguna razón se ha decidido no realizar.
Y todo ello, teniendo
en cuenta que aún no he probado el online, ni me he metido en algunas opciones
de juego, por temor a perder los datos de la partida, a la espera de que salga
algún parche que solucione los bugs más importantes.
Hasta aquí las
quejas. A continuación pasaré a contar lo que se puede aprovechar, y de qué va
RIDE.
El principal
atractivo de RIDE ya lo he dicho al principio: no tiene rival en su categoría.
Y a pesar de todo lo
que he dicho hasta aquí, sí tiene unos cuantos aciertos, dado que casi todas
las decisiones que se han tomado respecto a la jugabilidad son, a mi parecer,
acertadas. Lo cual hace aún más lamentable que el aspecto técnico sea tan
pobre.
En el apartado de
juego offline para un jugador tenemos el modo libre y el modo carrera, aquí
llamado Gira Mundial.
En Gira Mundial
tenemos los Eventos y los Trofeos de Élite. Al iniciar nuestra partida se nos
asignan unos miles de créditos, con los que adquirir nuestra primera moto. Con
ella accedemos a los Eventos, donde podemos realizar diferentes carreras
diferenciadas por la marca de la moto, la cilindrada o la categoría a la que
pertenece. Hay 14 categorías diferentes, que distinguen en función de la
cilidrada o potencia, el peso, si son motos clásicas o modernas, de circuito,
de calle, prototipos o eléctricas, o si son carenadas o naked. En función de
nuestra posición al final de la carrera obtendremos créditos y puntos de
reputación. Con los créditos compramos motos, mejoras o equipamiento para el
piloto; mientras que con la reputación ascendemos en un ranking, en función del
cual podremos jugar a los Trofeos de Élite.
Lo que distingue los
Trofeos de Élite es que si quedamos entre los 3 primeros al final de la
carrera, podremos incorporar a nuestro garaje una moto de entre dos a escoger.
Hasta aquí, no hay
muchas novedades respecto a otros juegos de carrera.
En cuanto a las
carreras, no todas consisten en llegar el primero a la meta. Hay pruebas de
“mejor vuelta”, de “supera al rival”, e incluso carreras por equipos. Esta
última modalidad es una de las más problemáticas, dado que nuestro éxito se
determina por nuestra posición y la de otro piloto de equipo… sobre el que no
tenemos ningún control. Y os adelanto que no son precisamente ases del
manillar.
Una vez sobre la
moto, ya en carrera, cabe decir que si no miramos a los lados y nos ponemos
tapones en los oídos (por los motivos que he explicado más arriba), el nivel de
simulación y el control es más que aceptable, hasta ser casi bueno. Uno de los
aciertos de RIDE es que permite la total personalización de los controles, diferentes niveles de ayudas a la
conducción, así como de la dificultad de los rivales, y permite adaptar la conducción a
los intereses de cada usuario.
Por mi parte juego
en nivel de simulación Pro; el cual a duras penas merece ese nombre, dado que es
poco más que arcade, pero le vamos a conceder que se le puede dar un pase.
Que no es como en GTA V, vamos. En cuanto a las ayudas suelo jugar con el
antiwheelie activado, y con el control de tracción desactivado. Solo cuando
accedamos a las motos más potentes convendrá subir el nivel de control de
tracción; aunque basta poner el nivel bajo (de 3, más el apagado) para no salirse en cada curva y
seguir teniendo un buen nivel de simulación.
Respecto a los
rivales controlados por la máquina, a diferencia de casi todos los juegos de
carreras, la clave para adelantarles no está en la apurada de frenada, dado que eso lo hacen bastante bien. Más bien hay que apoyarse en nuestro mejor paso por curva: ajustar la trayectoria y trazar más rápido. Para ello nos debemos aprovechar en que siempre dejan hueco para meternos. En su nivel de
dificultad más fácil la IA no lo hace del todo mal, y puede uno hasta
divertirse. Sí sufren un grave problema: dado que, como digo, hacen bien la
apurada de frenada, tienen cierta tendencia a arrollarnos, puesto que por lo
visto no han aprendido a esquivar. Es en este tipo de situaciones cuando tenderemos a utilizar el "rewind", conocido en otros juegos como "flashback" o "shift", que no permite rebobinar la acción hasta un punto en que podamos corregir el error cometido.
La conducción admite
errores: aunque entremos pasados en curva se admite tocar bastante los frenos
para corregir la trazada, e incluso si nos equivocamos en alguna maniobra el piloto puede
llegar a “salvar” la caída, a pesar de
haberse iniciado la animación que en otras ocasiones le llevará al suelo, y volver a montarse.
El mejor apartado de
RIDE es el catálogo de motos, que incluye varias categorías a partir de 600cc
(con la excepción de la Aprilia RS250), y las principales marcas comerciales:
Ducati, Yamaha, Kawasaki, Honda, Aprilia, Bimota, KTM, Triumph, MV Augusta,
Suzuki, BMW… y también las motos eléctricas de Lightning y Energica; así como
la norteamericana EBR.
Las motos no son
difíciles de conseguir, a poco que ajustemos la dificultad para quedar entre
los tres primeros en las carreras, con lo que seremos generosamente recompensados con créditos suficientes
para llenar nuestro garaje.
Aún así hubiera sido
deseable incluir cilindradas inferiores y scooters, que hubieran permitido
circular por circuitos más ratoneros que los 15 (con variantes) que presenta el
juego. Respecto a los circuitos, tenemos algunos pocos circuitos oficiales
(Imola, Donington Park, Magny-Cours, Almería y otros menos conocidos), y el
resto son circuitos de fantasía, con diferentes ambientaciones. A pesar de las variantes, lo cierto es que pronto tendremos la sensación de rodar
una y otra vez por el mismo sitio.
Como conclusiones:
-
RIDE no tiene rival como videojuego de carreras de motos de
calle (no es que sea muy bueno: es que no hay ningún otro)
-
RIDE para PS3 es un producto inacabado e insuficiente
-
RIDE parece un producto de 5 o 6 años atrás
-
RIDE tiene importantes problemas técnicos a resolver
-
RIDE es jugable, pero pronto nos aburriremos de él
-
RIDE tiene un buen catálogo de motos de calle, que incluye las
principales marcas comerciales
-
RIDE adolece de una falta de mayor variedad de circuitos
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