En nuestra particular jornada de domingo en Sitges nos hemos zampado del tirón tres películas en el Auditori, la sala principal en el Hotel Meliá Sitges; y apenas hemos podido engullir una hamburguesa en cuatro bocados, con el tiempo justo de entrar en la sala para buscar a tientas un asiento libre en la última fila. Pequeñas miserias que nos pasan en nuestro festival de cine favorito. Pero como diría mi padre: "sarna con gusto no pica".
¿Quieren saber si mereció la pena? Sigan leyendo.
I Origins
Actualización 11/10/2014: I Origins ha sido distinguida como MEJOR PELÍCULA del festival
Dirigida por Mike Cahill, quien se está labrando una carrera muy consistente, cuenta en primera instancia una historia de amor entre un científico, que investiga el progreso evolutivo del ojo, y una bella, extraña y exótica jovencita que conoce en una fiesta.
No es que yo sea particularmente aficionado a las historias románticas, y aún menos espero ver una en Sitges, pero la originalidad de los detalles, y como se cuenta esa historia tan tópica, hacen que no se pierda el interés en ningún momento, e incluso se disfrute bastante.
Y justo cuando empezamos a decirnos: "sí, vale, muy bonito; ¿pero hay algo más, o no?", en ese momento la historia gira dramáticamente, y evoluciona en su planteamiento, y aparece un elemento de intriga, que deriva hacia lo fantástico, y convierte a esta I Origins en una peli casi redonda.
Y todo se lleva con una naturalidad y una fluidez francamente admirable y bella.
Muy bien, aunque tal vez parezca lenta para algunos.
Y un consejo: NO VEAN EL TRÁILER. Repito: NO VEAN EL TRÁILER. Prácticamente destripa toda la peli.
Y un consejo: NO VEAN EL TRÁILER. Repito: NO VEAN EL TRÁILER. Prácticamente destripa toda la peli.
The Guest
También The Guest tiene un arranque que hemos visto otras veces: un excombatiente se presenta en casa de un compañero de armas, Caleb, caído en Afganistán, para presentar sus respetos y comunicarles las últimas palabras a sus padres y hermanos. Se llama John Rambo... ¡que no, que es broma! Se llama David, y rápidamente será invitado a compartir unos días con la familia, dado que él mismo no tiene familia ni planes inmediatos.
Caleb también encargó a David que viera que su familia está bien, y así David se convierte en pocas horas en el hijo que cualesquiera padres querrían, el hermano mayor que todo muchacho desearía, y el tipo al que toda hermanita le gustaría... bueno, eso es un poco más complicado. Por cierto, ¿alguna vez han visto este spot? No, por nada.
La cosa es que los métodos de David para ocuparse de los problemas de la familia resultan ser un pelín expeditivos; lo que no debería sorprender a nadie, puesto que pertenece al ejército USA, no al de salvación. Y la cosa se saldrá ya de madre cuando entre en escena la policía militar, y empecemos a sospechar que David es bastante más de lo que parece.
Y no les cuento más, porque ya les he contado hasta demasiado.
Entretenida película de acción, de paladar clásico aunque sin mucho cuerpo, que sin muchos medios hace más que otras con más presupuesto, de muy correcta factura, y que explica lo justo para mantener el interés.
Yo no pido mucho más.
The Midnight After
Y es que si te pones a pedir, te puedes encontrar con cosas como nuestra tercera peli del domingo: una producción de Hong Kong que (de nuevo) empieza bastante tópica, pero acaba... la verdad es que casi se puede decir, sin faltar a la verdad, que no acaba de manera alguna.
En The Midnight After un grupo heterogéneo y más o menos pintoresco de personas coinciden al tomar un autobús de línea, y tras pasar por un túnel aparecen en una ciudad desierta de personas y vehículos. Todo el mundo se ha esfumado. En primera instancia lo achacan a que el Manchester está jugando contra el Chelsea, y estarán todos viendo el partido (cosas de la globalización); pero pronto verán que eso no tiene mucho sentido, sobretodo cuando se aperciben que, si bien las comunicaciones funcionan, nadie contesta al teléfono, ni ninguna página de internet ha actualizado contenidos en varias horas... en ningún lugar del mundo.
Los personajes se separarán y reencontrarán varias veces, topándose con pistas que podrían guiarles hacia una respuesta al fenómeno que están sufriendo, o ahondar en el misterio...
Si bien no suena mal, lo cierto es que a media película la historia pierde toda coherencia, de forma premeditada, e incluso empieza a hacer experimentos formales que no parecen venir a cuento de nada, más allá de una especie de ejercicio dadaísta al que el cine oriental parece tender bastante a menudo. No es la primera vez que pierdo el hilo lógico viendo cine oriental, y algo me dice que no será la última. Imagino que se debe a un problema de falta de conocimiento de las claves culturales.
A ratos parece un buen relato de terror, otros comedia loca, otros recuerda a The Big Lebowski; después tiene momentos gore, después cine cutre de acción... Todo con ese estilo de interpretación tan apreciado y característico del cine oriental, que consiste en que la mitad de los actores sobreactúan hasta la caricatura, como si hicieran cine mudo, y la otra mitad se pasan la mayor parte del metraje con cara de palo.
Y además sus 120 minutos la hacen larga de narices.
En fin, ahora que están avisados, si quieren verla como curiosidad, pues tampoco es tan insoportable. Pero no esperen respuestas a nada.
Y además sus 120 minutos la hacen larga de narices.
En fin, ahora que están avisados, si quieren verla como curiosidad, pues tampoco es tan insoportable. Pero no esperen respuestas a nada.
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