Ayer sucedió una cosa extraordinaria en el Festival de
Sitges. La película sorpresa del sábado resultó ser Arrival, a la que aún le quedan varias semanas para ser estrenada
en Estados Unidos. No se ha tratado de un pre-estreno mundial, dado que también
se proyectó en el reciente London Film Festival, pero se acercó mucho.
Ha sido una extraordinaria y grata sorpresa, y también una
de las mejores películas que hemos podido ver este año en Sitges