Antes de que se acabe el Festival de Sitges 2016, os traemos
nuestras primeras reseñas de las pelis vistas allí.
Vamos con notable retraso, pero más vale tarde que nunca.
En este post os comentaremos algunas de las mejores sesiones
a las que asistimos durante el primer fin de semana del festival.
Nuestra primera película de este año fue, por fortuna, una
excelente elección.
Con la participación de un Chris Pine en un papel mucho más
complejo e interesante que su interpretación en el reboot de Star Trek; y con
siempre excelente Jeff Bridges, Hell or High Water es un excelente western
moderno mezclado con película de atracos, y aún con trasfondo social, que
mantiene el interés de principio a fin.
Una película relativamente sencilla pero muy recomendable,
que entra fácil y se disfruta como si nada. Tendrían que hacerse más pelis así.
Se trata de una producción entre el Reino Unido, Jordania y
Qatar, que se localiza en Irán al final de la cruel guerra que mantuvo con Iraq
(1980-1988). No obstante, no se trata de una película bélica, sino de un film
de terror que puede recordar a Babadook, que vimos precisamente el año pasado
en Sitges.
Nos presenta una familia iraní formada por los padres y una
niña de corta edad, en la que se acumulan las tensiones. La madre, una mujer moderna
que se vio obligada a abandonar sus estudios de medicina a causa de la
revolución de los ayatolás, se queda sola cuando su marido, que sí pudo
finalizar los estudios de medicina, es llamado al frente para atender a las
tropas.
Mientras madre e hija están ya solas en el apartamento, uno
de los misiles iraquís cae justo sobre el edificio, si bien no llega a
explotar. Lo que en principio parece una enorme fortuna, parece haber llamado
la presencia de unos misteriosos espíritus a los que se menciona en el Corán,
que parecen ir tras las dos mujeres.
Una película sencilla de terror, que con poca cosa explica
una historia bastante interesante, si bien la primera parte, con la
presentación de la los personajes y el escenario, se alarga tal vez demasiado
para mi gusto. Pero si se aguanta hasta que aparecen los elementos de misterio
y terror vale bastante la pena.
Esta es la gamberrada divertida de este año, que se sitúa en
noche de navidad en un suburb americano
(lo que vendría a ser una urbanización de casas unifamiliares para personas de
clase más bien alta). Allí se nos presenta una familia con un chaval de 12 años
al que sus padres aún consideran demasiado niño para quedarse solo, y dado que ellos
salen a cenar, llaman a la niñera para que cuide de él.
Dado que el niño parece
que ya ha empezado a hormonar, su plan para la noche es, lógicamente, ligarse a la niñera.
Pero la cosa se complica cuando parece que ambos están
siendo asediados por un ominoso acosador.
Lo que parece un clásico y manido argumento, empieza a
retorcerse, de forma totalmente autoconsciente, y se van sucediendo los giros
de guión de forma bastante inteligente.
Para mi gusto la película sería mucho más interesante con
más gore e imágenes explícitas, pero de la forma en que está, resulta bastante
divertida, y deja grato recuerdo.
Recomendable.
Esta es una película coreana que se sitúa durante la primera
parte de la ocupación del país por parte de Japón (1910 a 1945). Cuenta una
historia de espías en la que los japoneses intentan introducir un agente en la
resistencia coreana, mientras la resistencia por su parte pretende hacer
cambiar de bando a ese mismo agente y que actúe de agente doble.
La trama es un poco liosa, y hay que estar atento para no
perderse. Hay un par de escenas de acción bastante dignas, y se trata de una
producción bien ambientada.
Por mi parte me aburrí bastante, y es que a mí me cuestan
bastante las pelis orientales, porque tienen un sentido del ritmo muy particular,
y acabo por desconectarme.
Para los aficionados al cine oriental es una excelente
propuesta.
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