He aquí el videojuego de motos definitivo, pero no del todo recomendable porque adolece de algunas carencias bastante serias. Tales carencias son de tipo técnico principalmente, y son achacables en parte a que se trata de un título algo vetusto y en parte a que, aún asumiendo que se publicó en 2004, se podría haber conseguido un mejor resultado. En concreto nos referimos a que las animaciones son poco fluidas, el apartado de sonido es sencillamente lamentable, los menús son arcaicos, la física de los vehículos es muy mala, y a que en determinados escenarios las motos son casi inconducibles, precisamente a causa de esas malas físicas.
Y a pesar de todo ello, contiene una serie de ideas y conceptos que, si alguien fuera capaz de implantarlos decentemente en un videojuego actual, lo convertirían en un título imprescindible. En pocas palabras: tiene todo o casi todo lo deseable en un título de motos, pero su ejecución es deficiente.
Circuitos reales, carreteras de montaña, circuitos de tierra, urbanos, rurales, autovías, bosques, desiertos... Podremos competir en todos esos escenarios contra rivales competentes, a lomos de hasta 330 motos de calle y de competición de 19 fabricantes diferentes. Y sin embargo, todo eso no basta; veamos por qué.