viernes, 11 de octubre de 2013

Sitges 2013: Byzantium y The Colony

En nuestra primera jornada en Sitges 2013 hemos podido ver Byzantium, el retorno de Neil Jordan al género de vampiros; y The Colony, una visión del fin del mundo con la presencia de Laurence Fishburne y Bill Paxton.

Byzantium cuenta la historia de dos mujeres que gozan de la inmortalidad gracias al hecho de alimentarse de sangre humana. Sí, ya se que eso son vampiras, pero es que aparentemente no sufren ni se benefician más que de esas particularidades, por lo que no tienen inconveniente con el sol o los ajos, ni vuelan... En fin, son unas vampiras sencillitas.

La relación entre ambas no está clara al principio, pero pronto descubriremos que tienen unos 200 años de vida, y que alguien anda tras ella, sin buenas intenciones.

El inicio de la película es muy prometedor, y no pasan diez minutos antes de que veamos una escena sangrienta, pero a partir de ahí, sin llegar a perder del todo el interés, las escenas de acción se toman un largo descanso hasta el tramo final de la película. En el ínterin iremos conociendo más de la historia de las dos mujeres, en ocasiones mediante flashback, hasta desvelársenos la mayoría de incógnitas de la trama.

A lo mejor se esperaba demasiado del retorno de Neil Jordan al género vampírico, después de la excelente Interview with a Vampire, pero obviamente el presupuesto de esta Byzantium no puede compararse a aquella producción, y lógicamente el resultado es bastante más modesto.

Al final resulta una historia entretenida pero intrascendente, que se deja ver pero es lenta a ratos.

Lo mejor las actuaciones de Calev Landry Jones, a quien descubrimos en The Last Exorcism, y los ojazos de Saoirse Renon, que Jordan se encarga de destacar siempre que puede.

The Colony presenta un futuro distópico, en el que la Tierra se halla bajo una era glacial inducida por un sistema de control climático que no funcionó como se esperaba. Los pocos supervivientes subsisten en pequeñas colonias bajo tierra. Una de ellas está dirigida por  el personaje de Laurence Fishburne, que debe enfrentarse a su antiguo compañero de armas interpretado por Bill Paxton, que empieza a cuestionar la tibiez de los métodos del líder, considerando que les pone a todos en peligro.

Antes de que pueda resolverse esa situación se recibe una llamada de emergencia de otra colonia, y Fishburne iniciará una expedición con otros dos supervivientes para ver qué ha sucedido.

El planteamiento de ciencia ficción tal vez podría haber dado más de sí, pero cuando la expedición llega a la colonia en apuros pasa a convertirse en una persecución sin muchas más explicaciones, que no aporta mucho más al género.

Una película pasable, sin nada que destaque especialmente, que puede valer para una tarde aburrida si no se espera de ella más de la cuenta.
Por cierto, para finalizar esta primera crónica de Sitges, señalar que ya hemos visto dos decapitaciones en pantalla. Podría considerarse un buen comienzo.


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