Nueva edición, este año la 48, del Festival Internacional de Cinema
Fantàstic de Catalunya.
La peli inaugural ha sido The Witch, primer largometraje de su
director, Robert Eggers. Una apuesta arriesgada, tal vez. ¿Habrán acertado con
esta peli inaugural? Os lo explicamos a continuación, y también os comentamos
qué nos ha parecido Absolutely Anything, con Simon Pegg, y la primera parte de
la adaptación a imagen real y pantalla grande de la serie de animación japonesa
Attack on Titan.
The Witch
Si tenemos en cuenta, como decimos, que se trata del primer
largometraje de su director, hay que reconocer que se trata de un inicio muy
prometedor.
Pero si nos olvidamos de esa circunstancia, y valoramos la
película simplemente por lo que es, puede perder algunos enteros.
La película nos sitúa al principio del periodo colonial de los
Estados Unidos, y se inicia con la expulsión de una familia del pueblo,
básicamente por ser excesivamente fundamentalistas religiosos, o así parece. Lo
cual, tratándose de una comunidad puritana, no debe ser poca cosa.
Así que la familia llena el carro con sus cosas y se interna en el
bosque, hasta dar con un claro en el que levantar su casa y una pequeña granja.
Al cabo de poco, el bebé de la familia desaparece misteriosamente,
y ello se achaca a una supuesta bruja del bosque, que se nos mostrará
brevemente manipulando, efectivamente, al bebé.
A pesar de la evidencia de que efectivamente hay la tal bruja, la
película mantiene un tono muy realista y austero, jugando continuamente con la
duda de si realmente existe el elemento mágico, o la supuesta bruja no es más que la
típica vieja chalada del bosque, que no se viste ni se corta el pelo.
A destacar el trabajo actoral de los niños en general, y
especialmente de la joven protagonista, Ana Taylor-Joy, que con 18 años apunta
muy buenas maneras, y es un rostro que puede merecer la pena seguir.
También aparece, como la madre de la familia, Kate Dickie, a la
que conocemos por usar la Puerta de la Luna en Game of Thrones.
La película en sí no es mala, aunque a mí me ha parecido algo
plana, sin grandes momentos; y sin decidirse a explotar todo su potencial.
Se puede ver, pero no va a pasar a la historia.
Absolutely Anything
Protagonizada por Simon Pegg y Kate Beckinsale, y con una de las
últimas actuaciones de Robin Williams dando voz al perro del prota, es una
película humorística de género más bien fantástico que de ciencia ficción,
aunque en ella aparezcan extraterrestres y naves espaciales.
Está muy obviamente inspirada en el clasicazo del fantástico, “The Man Who Could Work Miracles”, una deliciosa película de 1936 que conviene
recuperar, en la que una especie de dioses dotaban al protagonista de la
capacidad de realizar mágicamente todos sus deseos.
Otra referencia, más cercana, es Bruce Almighty (Como Dios) con
Jim Carrey, y su secuela Evan Almighty (Sigo Como Dios), con Steve Carrell.
En esta variante moderna, el papel de dotar de omnipotencia corresponde a un grupo de extraterrestres, con el objetivo de
determinar si los habitantes de la Tierra merecen incorporarse al grupo de
especies superiores, o por el contrario deben ser eliminados. Si el sujeto que
recibe el poder lo usa adecuadamente, la humanidad prosperará; de lo contrario
será exterminada.
Por puro azar, el paladín de la Tierra será Neil, el personaje
interpretado por Pegg, un profesor de literatura solterón, que se empeña en
estar escribiendo una novela, aunque solo sea para justificarse ante su vecina,
el personaje de Beckinsale.
Para ser un novelista, el tal Neil demuestra una notable falta de
imaginación una vez descubre su asombroso poder. Después de algunos errores a
la hora de expresar sus deseos, que arrancan las primeras carcajadas del
público, el mayor acierto (desde un punto de vista cómico), es dotar de habla y
raciocinio a su perro Dennis.
La película tiene un par de gags llamativos, pero el argumento
tiene agujeros enormes, y las cosas pasan “porque sí”, con muy poca coherencia
a poco que rasquemos en la propuesta.
Agradable, entretenida y graciosa sin pretensiones.
Attack on Titan Part 1
La serie japonesa de animación Attack on Titan fue un auténtico
shock por lo bizarro de su propuesta, y por crear unos monstruos absolutamente
siniestros y terroríficos.
Su adaptación a imagen real respeta esos parámetros, y parece razonablemente fiel, aunque condensando mucho el argumento.
La representación de los Titanes, los auténticos protagonistas, es
excelente en las escenas más espectaculares, y menos buena en el grueso de la
cinta. Del mismo modo que hay diferentes niveles de poder entre los Titanes,
así también hay diferentes niveles de representación de los mismos.
Las dos escenas más espectaculares están al inicio y al final, con
buenos efectos, mucha acción, mucha violencia, gore imaginativo y grimoso… Muy
bien.
Lo único que tiene una parte central, de unos veinte minutos,
absolutamente soporífera en la que creo que alguno más que yo aprovechó para descansar
la vista (ejem).
Al final se mostró un avance de la segunda parte, que si no hay
novedad podremos ver y comentar mañana, para la que parece haberse guardado los
elementos más interesantes de la historia.
Veremos.
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