lunes, 13 de diciembre de 2010

Motos de película: años 90

"¡Chúchu, chu, chu-chún! ¡Chúchu, chu, chu-chún!". Bueno, así no lo parece, pero pretendía tararear el inicio de la melodía de Terminator 2, con la que entramos en los años 90, en nuestra selección de películas con motocicletas.

Terminator 2: Judgement day (1991)
A lomos de su Honda XR100, el joven John Connor emprende la huida perseguido por el T1000, en la primera secuencia de acción de esta secuela, o tal vez cabría decir revisión, de la película rodada por el mismo James Cameron en 1984.

Cuando la cosa está más peluda, aparece el T800 interpretado por Arnold Schwarzenegger (pffff... "interpretado"... ji, ji) conduciendo una todopoderosa Harley-Davidson Fatboy.

Os dejo el teaser tráiler, en el que aparecen las motos mencionadas, y también la motocicleta policial Kawasaki Police 1000 de la que se apropiará el T1000 más adelante.

Al final de la secuencia de la persecución los efectos especiales tradicionales se dan la mano, o tal vez cabría decir que pasan el testigo a los efectos digitales, cuando de las llamas surge el T1000 renderizado, para transformarse en la figura del actor Robert Patrick (pfff... "actor"... ji, ji) . El cine nunca volvió a ser lo mismo.

Y por lo visto tampoco volvió a ser el mismo Edward Furlong, quien hizo la mejor interpretación de John Connor hasta la fecha (aquí sin risitas), y que con el paso de los años se ha visto reducido a actuar incluso en películas del ya mítico por nefasto Uwe Boll.
Por cierto, se dice por ahí que en la película la Honda suena con un motor de 2 tiempos, a pesar de que en realidad monta uno de 4T. ¡Que prodigio de la técnica! Y que enterados hay por el mundo...

"¡Chúchu, chu, chuchún!".


Jamón, Jamón (1992)
¿Cómo? ¿Una peli española? Pues sí; de Bigas Luna, concretamente. Porque no sólo de Hollywood vive el cinéfilo.

Aquí quería destacar la escena en la que Bardem le vacila a Penélope Cruz, haciéndole pasaditas en moto y derrapando en un camino de tierra. Me parece recordar que en cierto momento besa el suelo, lo que da mucha satisfacción al espectador; pero no he podido encontrar el fragmento específico, así que nos tendremos que conformar con el tráiler.
Bardem conducía sin casco, por supuesto, porque interpreta al típico chulilto vacilón cuyo mayor atractivo no es precisamente su intelecto.

Pulp Fiction (1994)
En la indiscutible obra maestra de Quentin Tarantino, Butch, el personaje interpretado por Bruce Willis, se apropia de Grace, la chopper de Zed, tras pasar las de Caín en la tienda de empeños.

Son menos de dos minutos y medio en los que Grace se hace dueña y señora de la imagen en pantalla. Cine en estado puro.

¿Que quién es Zed? "Zed's dead, baby. Zed's dead".
Grace, por cierto, es una Harley Davidson FXR Super Glide personalizada.

Judge Dredd (1995)
¿Quién no querría ver una adaptación al cine del cómic británico del mismo título? Visto el resultado de esta película protagonizada por un especialmente hierático Sylvester Stallone, muchos nos lo vamos a pensar dos veces en el futuro.

Y la versión de la Lawmaster que hacen conducir al juez tampoco es ninguna maravilla: un voluminoso y horrendo armatoste que apenas recuerda a las del cómic y que, por el lado bueno, no nos obligarán a ver durante mucho rato. El lado malo es que, a cambio, tendremos que soportar el careto de Stallone. Alguien debió decirles a los productores que en el cómic Dredd nunca se quita el casco: la actuación de Stallone hubiera mejorado mucho.

Tomorrow Never Dies (1997)
Es posible que "El Mañana Nunca Muere" sea la mejor película del Bond de Pierce Brosnan. Lo sea o no, de lo que no cabe duda es que nos deja la más espectacular escena motociclista de la serie.

Y no le busquen tres pies al gato respecto a las acrobacias que se ven en la secuencia: estamos hablando de Bond, James Bond. Y si alguien es capaz de sacarle todo el partido posible a una cruiser BMW R 1200 C Classic, sin duda ese tiene que ser el agente 007 al servicio de Su Majestad.

Y para lo que le hemos llegado a ver hacer al Bond de Brosnan, aquí estuvo hasta comedido. El piloto del helicóptero, en cambio, sí que tuvo mérito.

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